Nada mas de Rubén Pozo

La canción "Nada más" interpretada por Rubén Pozo y perteneciente al álbum "Lo Que Mas", es una melodía que explora los sentimientos de añoranza y vacío que deja la ausencia de un ser querido. A través de metáforas visuales y emocionales, el tema aborda la sensación de que nada tiene sabor o significado en la vida sin la presencia de esa persona especial.

En la letra, se puede apreciar cómo el protagonista se siente desconectado de su entorno, describiendo su interior como lleno de agua y con arena en su mente. Esta imagen sugiere una sensación de pesadez y confusión, reflejando un estado emocional turbio e incompleto. La referencia a lugares como París, Venecia o Granada contrastados con Lavapiés o la Gran Vía, resalta el contraste entre la belleza del mundo exterior y la desolación interna causada por la separación.

El verso "tengo ganas de que vuelvas y nada más" encapsula la idea central de la canción: el anhelo profundo de recuperar lo perdido, sin necesidad de nada más para encontrar consuelo. La repetición constante del deseo de regreso refleja un sentimiento arraigado en lo más profundo del corazón, demostrando la intensidad del amor perdido.

La mención al síndrome de Estocolmo y al quedarse dando vueltas por el cosmos añade un aire surrealista a la narrativa, sugiriendo que el protagonista se encuentra en un estado mental caótico y desorientado debido a su dolor emocional. Esta referencia a estados mentales extremos amplifica el impacto emocional transmitido a través de las letras.

En cuanto al contexto artístico, Rubén Pozo es conocido por ser miembro del grupo español Pereza, destacándose por sus letras introspectivas y melódicas en el género pop-rock. Su estilo lírico se caracteriza por profundizar en las complejidades del amor y las relaciones humanas, brindando a sus seguidores una experiencia musical emotiva y reflexiva.

En conclusión, "Nada más" es una canción que captura la esencia misma del anhelo amoroso a través de imágenes poéticas e introspectivas. Con una melancólica atmósfera envuelta en acordes melódicos, Rubén Pozo logra transmitir la intensidad emocional asociada con la pérdida y el deseo ferviente por recuperar lo que una vez se tuvo.

Nada me sabe a nada,
que importa noche o día
París, Venecia o Granada, Lavapiés o la Gran Via,
tengo agua en las venas,
arena en el cerebro
no me entero de la pena
y por nada me alegro.

Desde que tú no estás
la vida pasa y ya esta
vuela vuela vuela...
tengo ganas de que vuelvas
y nada más.

Y tu insomne es la madrugada,
síndrome de Estocolmo,
un día me voy a quedar
dando vueltas por el cosmos.
soleados estan los nervios,
nublada la razón
aunque veinte veces lo que hecho,
me asomo de nuevo al balcón.

Desde que tú no estás
la vida pasa y ya esta
vuela vuela vuela...
tengo ganas de que vuelvas
y nada más.

Desde que tú no estás
la vida pasa y ya esta
vuela vuela vuela...
tengo ganas de que vuelvas
y nada más.