Disgustipated de Tool

And the angel of the lord came unto me
Snatching me up from my place of slumber.
And took me on high and higher still
Until we moved to the spaces betwixt the air itself.
And he brought me into a vast farmlands of our own midwest.
And as we descended cries of impending doom rose from the soil.
One thousand nay a million voices full of fear.
And terror possessed me then.
And i begged "angel of the lord what are these tortured screams?"
And the angel said unto me,
"these are the cries of the carrots, the cries of the carrots
You see, reverend maynard,
Tomorrow is harvest day and to them it is the ;
And i sprang from my slumber drenched in sweat
Like the tears of one million terrified brothers and roared,
"hear me now, i have seen the light
They have a consciousness, they have a life, they have a soul
Damn you let the rabbits wear glasses save our brothers"
Can i get an amen? can i get a hallelujah? thank you jesus.
Life feeds on life feeds on life feeds on life feeds
This is necessary.
It was daylight when you woke up in your ditch.
You looked up at your sky then.
That made blue be your color. you had your knife there with you too.
When you stood up there was goo all over your clothes.
Your hands were sticky.
You wiped them on your grass, so now your color was green.
Oh lord, why did everything always have to keep changing like this.
You were already getting nervous again.
Your head hurt and it rang when you stood up.
Your head was almost empty.
It always hurt you when you woke up like this.
You crawled up out of your ditch onto your gravel road and began to walk,

Waiting for the rest of your mind to come back to you.
You can see the car parked far down the road and you walked toward it.
"if god is our father," you thought, "then satan must be our ;
Why didn't anyone else understand these important things?
You got to your car and tried all the doors.
They were locked. it was a red car and it was new.
There was an expensive leather camera case laying on the seat.
Out across your field, you could see two tiny people walking by your woods.
You began to walk towards them.
Now red was your color and, of course,
Those little people out there were yours too.

Y el ángel del Señor vino a mí,
arrancándome de mi lugar de sueño.
Y me llevó alto y más alto todavía
hasta que nos movimos a los espacios entre el aire mismo.
Y me trajo a unas vastas tierras agrícolas de nuestro medio oeste.
Y mientras descendíamos, gritos de inminente perdición surgieron del suelo.
Mil no, un millón de voces llenas de miedo.
Y entonces me poseyó el terror.
Y le supliqué: "Ángel del Señor, cuáles son estos gritos torturados?"
Y el ángel me dijo:
"Estos son los lamentos de las zanahorias, los lamentos de las zanahorias.
Ves, reverendo Maynard,
mañana es día de cosecha y para ellos es la…"
Y salté de mi sueño empapado en sudor
como las lágrimas de un millón de hermanos aterrados y rugí:
"¡Escúchame ahora, he visto la luz!
Tienen una conciencia, tienen vida, tienen alma.
Malditos sean, dejad que los conejos usen gafas para salvar a nuestros hermanos."
Puedo oír un amén? Puedo oír un aleluya? Gracias Jesús.
La vida se alimenta de la vida se alimenta de la vida se alimenta de la vida.
Esto es necesario.
Era plena luz del día cuando despertaste en tu zanja.
Miras hacia tu cielo entonces.
Eso hizo que el azul fuera tu color; tenías tu cuchillo contigo también.
Cuando te levantaste había goo por todas tus ropas.
Tus manos estaban pegajosas.
Te las limpiaste en tu hierba, así que ahora tu color era verde.
Oh Señor, por qué siempre tenía que cambiar todo así?
Ya te estaba poniendo nervioso otra vez.
Te dolía la cabeza y sonaba al levantarte.
Tu cabeza estaba casi vacía.
Siempre te dolía al despertar así.
Trepaste fuera de tu zanja hacia tu camino graveloso y empezaste a caminar,

esperando que el resto de tu mente regresara a ti.
Podías ver el coche aparcado lejos por el camino y caminaste hacia él.
"Si Dios es nuestro padre," pensaste, "entonces Satanás debe ser nuestro..."
Por qué nadie más entendía estas cosas importantes?
Llegaste a tu coche e intentaste todas las puertas.
Estaban cerradas; era un coche rojo y era nuevo.
Había un costoso estuche de cámara de cuero sobre el asiento.
A través de tu campo podías ver a dos pequeñas personas caminando cerca del bosque.
Empezaste a caminar hacia ellas.
Ahora rojo era tu color y, por supuesto,
esas pequeñas personas allá eran tuyas también.