Vals del nomeolvido de Ignacio Copani

La canción "Vals del nomeolvido" interpretada por Ignacio Copani es una poderosa expresión de desilusión y frustración hacia aquellos que han causado daño y corrupción en una institución, en este caso específico, relacionado con un club de fútbol. A través de sus letras, Copani narra los eventos ocurridos en los últimos años, donde se menciona la mentira, el robo y la manipulación que han llevado a la ruina de lo que alguna vez fue algo valioso.

El protagonista de la canción muestra su descontento ante la situación vivida, recordando cómo fueron malvendidas las posesiones más valiosas del club y cómo finalmente se encontraron con un vacío simbólico tras el saqueo. Se mencionan situaciones específicas como partidos en los que se sintieron perjudicados por árbitros parciales y decisiones injustas, lo cual alimenta un sentimiento de indignación y sospecha sobre futuros actos perjudiciales.

A pesar de todo lo ocurrido, el protagonista refuerza su apoyo incondicional al club, haciendo un llamado a la resistencia y afirmando que a pesar del desengaño seguirá alentando con pasión. La letra refleja una lucha interna entre el resentimiento por las acciones pasadas y la lealtad a una institución querida.

Ignacio Copani utiliza metáforas relacionadas con flores (jazmines y rosas) para describir cómo los responsables se llevaron incluso lo más insignificante, dejando solo vacíos. Además, hace referencia a eventos específicos como goles polémicos o decisiones arbitrales cuestionables para ilustrar la sensación de injusticia percibida.

En cuanto al contexto cultural en el que se lanzó la canción, es importante considerar que en Argentina (país natal del artista), el fútbol es extremadamente importante y representa no solo un deporte, sino también una fuente de identidad nacional e emociones intensas. Es común que los hinchas sientan una conexión profunda con sus equipos y reaccionen con pasión frente a situaciones adversas como las descritas en la canción.

Musicalmente hablando, "Vals del nomeolvido" presenta un estilo melódico típico de Copani acompañado principalmente por instrumentos acústicos como guitarras. La emotividad de la voz del cantante se combina con arreglos simples pero efectivos para reforzar el mensaje lírico cargado de emotividad.

En resumen, "Vals del nomeolvido" es una canción cargada de sentimiento e indignación hacia aquellos responsables del deterioro de una institución querida. Ignacio Copani logra transmitir emociones complejas a través de su interpretación vocal y letras llenas de referencias simbólicas. La canción resuena especialmente en el corazón de aquellos que viven apasionadamente su relación con equipos deportivos o instituciones similares.

No lloro pero no me olvido
de los sucedido en los últimos años,
de los que han hecho tanto daño
con trampas y engaños a nuestra ilusión.

No lloro pero no me olvido
de lo que han mentido y de lo que han robado,
mirá cómo nos han dejado,
cómo han destrozado a esta institución.

Remataron lo bueno primero
al ir malvendiendo las joyas preciosas
a través de gestiones dudosas
llenaron sus bolsas y el club se fundió.

Y después fueron al semillero
de donde salieron jazmines y rosas.
Se llevaron hasta los floreros
y sólo un agujero acá nos quedó…

No lloro pero no me olvido
de varios partidos en que nos bombearon,
los árbitros que nos cagaron
han sido unos cuantos, te recuerdo dos.

Un gol contra los mendocinos
que eran dos puntitos ahí sobre la hora
y aquel penal en que Pezzotta
se hizo bien el zota y todo el mundo vió.

Yo no se bien a quién le conviene
que el año que viene sigamos penando.
Pero mire, ya estoy sospechando
que algo se está armando pa´ hacernos sufrir.

Le propongo que apriete los dientes,
soporte valiente lo que nos dejaron.
Porque River es grande y decente
y sólo su gente lo va a hacer subir.

No lloro pero no me olvido
de los sucedido en los últimos años,
pero a pesar del desengaño
yo sigo alentando con igual pasión.

No lloro pero no me olvido
de lo que han mentido y de lo que han robado,
por eso como dice el tano,
vayánse a la puta que los reparió.