MONSTRUOS de Marilina Bertoldi

"Monstruos" de Marilina Bertoldi es una poderosa reflexión sobre la lucha interna y los miedos que todos enfrentamos en algún momento. En esta canción, la artista aborda temas como la soledad, la presión de la sociedad y el deseo de encontrar un sentido en medio del caos urbano. La letra, cargada de emotividad, nos presenta a un protagonista agotado por intentar contener sus propios “monstruos” personales, lo que puede interpretarse como una metáfora para describir ansiedades, inseguridades o problemas psicológicos que se agravan en un entorno hostil.

Desde el inicio, Bertoldi establece un tono melancólico; las frases iniciales evocan una sensación de pérdida y desesperación. Al mencionar cómo "se me va la vida deteniendo monstruos", reconoce el esfuerzo desgastante que implica lidiar con esos aspectos oscuros y perturbadores de uno mismo. Esta línea revela una vulnerabilidad marcada por el reconocimiento de que no siempre hay control sobre lo que sucede internamente o alrededor. El hecho de referirse a la ciudad como un ente dañino subraya su crítica hacia el ambiente urbano moderno: muchas veces frío y agresivo, juega un papel crucial en el sufrimiento emocional del individuo.

El verso "No hagas caso a esta ciudad" resuena con fuerza al ofrecer una especie de mandato tanto al oyente como a sí misma. Sugiere que es vital desmarcarse del ruido externo y encontrar refugio en uno mismo. Aquí radica una ironía significativa; aunque la ciudad representa un lugar lleno de oportunidades, también puede convertirse en el escenario perfecto para ahogar a quienes intentan conectar con su esencia verdadera.

A medida que avanza la canción, se intensifica esa batalla personal entre aceptación y resistencia. La repetición insistente del término “monstruos” refuerza no solo su presencia omnipresente sino también esa lucha continua con los propios demonios internos. La estructura lírica muestra momentos introspectivos intercalados con afirmaciones casi liberadoras hacia el final, donde enfatiza : "Tranquila que ya estoy bien". Sin embargo, este mensaje positivo viene acompañado de un aire irónico; realmente está bien o simplemente intenta convencerse a sí misma?

La letra culmina en una especie de desconexión emocional casual cuando Bertoldi menciona: "Te mando un beso y un abrazo muy grande". Este giro informal contrasta fuertemente con la seriedad del resto de la canción. Aquí se percibe una lucha entre las emociones crudas y una fachada construida para mostrar fortaleza frente a los demás. Este cambio tonal resulta intrigante al poner en juego cuestiones sobre cómo nos presentamos al mundo versus lo que realmente sentimos.

Musicalmente hablando, "Monstruos" encarna el estilo característico de Marilina Bertoldi como parte del álbum "Para quién trabajas Vol. I", donde combina elementos rockeros con toques más alternativos e introspectivos. Su interpretación cruda ofrece autenticidad y profundidad emocional necesaria para narrar este tipo de experiencias vividas hoy por muchos jóvenes contemporáneos.

La canción surge dentro de un contexto cultural marcado por tensiones sociales cada vez más evidentes; las ansiedades colectivas están reflejadas particularmente en las generaciones más jóvenes enfrentadas a desafíos crecientes respecto a salud mental e identidad personal. Así pues, “Monstruos” no solo es una pieza musical; es también un grito resonante ante esas inquietudes personales transparente desde comienzos hasta su desenlace.

En resumen, "Monstruos" capta eficazmente esos demonios internos con los cuales todos batallamos alguna vez –y logra hacerlo desde un lugar vulnerable que invita tanto al autocuidado como hacia ese empoderamiento individual necesario para navegar por los implacables retos del día a día. Es así como Marilina Bertoldi crea conexión profunda mediante letras sinceras que abrazan nuestra humanidad compartida.