La canción "AUTOESTIMA" de Marilina Bertoldi, perteneciente al álbum "PARA QUIEN TRABAJAS Vol. I", ofrece un vistazo fresco y provocador a los problemas de la sociedad contemporánea, centrándose en la búsqueda de la autoestima en un entorno repleto de negatividad. Desde su lanzamiento en abril de 2025, ha resonado con muchos oyentes que se sienten atrapados entre las demandas del mundo exterior y sus propias luchas internas.
La letra refleja un estado emocional complejo y se desenvuelve a través de una perspectiva notablemente íntima. La protagonista se niega rotundamente a hablar sobre "ellos", una referencia explícita a fuerzas externas —ya sean individuos o sistemas— que generan frustración e insatisfacción. Esta repetición subraya su deseo de desvincularse del ruido exterior, sugiriendo un rechazo a participar en conversaciones que no aportan valor. La insistencia en "no quiero más hablar" denota una especie de agotamiento emocional frente a tiempos difíciles y el deseo genuino por encontrar consuelo en sí misma.
Uno de los temas centrales es el enfrentamiento contra una realidad opresiva que ella define como "porquería". Esto puede interpretarse como una crítica contundente no solo a factores externos, sino también como un comentario sobre la autocrítica con la que muchas veces lidiamos. Al mencionar “Que nos salve el autoestima”, se convierte así en un mantra esperanzador; busca no solo enfrentar esos problemas inmediatos, sino también obtener algún nivel de redención personal y sanación emocional.
Bertoldi juega hábilmente con metáforas que evocan imágenes vívidas del contexto argentino; por ejemplo, cuando indica “escupimos para arriba” asociándolo con lo que está sucediendo alrededor. Aquí radica una ironía potente: aunque lo doloroso y lo negativo puedan llenar el aire nuevamente con pesimismo, hay una necesidad latente de buscar algo más profundo y significativo —la autoestima misma— como salvación ante tanta adversidad.
El tono emocional es multifacético; empieza cargado de frustración e impotencia para evolucionar hacia un momento más reflexivo, incluso esperanzador al reclamar atención hacia uno mismo. La forma en que está estructurada la letra permite identificar este viaje emocional interno; comienza desde los reclamos desesperanzadores hasta atisbar destellos personales donde finalmente plantea medidas para afrontar las dificultades.
Marilina Bertoldi no solo aporta su voz única al panorama musical argentino contemporáneo, sino que también utiliza su arte para abordar cuestiones relevantes desde posiciones auténticas. El hecho de no querer ingresar al teatro del sufrimiento ajeno implica conservar energías elementales para pelear batallas propias que aparentemente están olvidadas por el resto de la sociedad.
En conclusión, "AUTOESTIMA" logra captar ese diálogo interno tumultuoso pero necesario sobre cómo lidiar con las críticas externas sin perder pie respecto a quienes somos individualmente. A través de simples versos logra crear un vínculo empático y terapéutico con aquellos escuchantes dispuestos a conectar con esa vulnerabilidad compartida. Así Marilina Bertoldi se presenta como burocracia esencial del auto-cuidado emocional mitigando el ruido del día a día —un recordatorio palpable sobre lo importante que es cuidar nuestra autoestima frente a todo lo demás.