Everybody pays de Mark Knopfler

La canción "Everybody pays" interpretada por Mark Knopfler, perteneciente a su álbum "Shangri-La", es un tema que invoca la atmósfera de los salones de juego y el ambiente turbio del mundo del juego. En la letra, se menciona cómo el narrador ha sido derribado de su caballo, pero se levanta nuevamente para tocar en uno de estos salones. La sensación de desafío y peligro se refleja en versos como "you can come up here take a look around these sinners' dens, you're only ever going to find one or two real games". Es como si el narrador estuviera desafiando a sus oyentes a adentrarse en este mundo oscuro y probar su valentía.

El tema central de la canción parece ser el concepto de que todos pagan para jugar en esta vida. Se hace referencia a la inevitabilidad de enfrentar las consecuencias de nuestras acciones, ya sea en el centro mismo del juego o en los márgenes de la sociedad. La idea de que "everybody pays everybody pays to play" resuena a lo largo de la canción, recordándonos que nadie puede escapar completamente de las implicaciones de sus elecciones.

Se destaca también un sentimiento de resignación ante las circunstancias, como se refleja en los versos "you ought to stay right where you are in sawdust land, it's probably the safest place to be". Esta aceptación aparente del entorno hostil y peligroso sugiere una actitud fatalista hacia la vida y sus desafíos.

La mención de no tomar ciertas direcciones y acabar siguiendo un camino ya conocido evoca una sensación de destino inevitable e inamovible. La pregunta retórica sobre quién escribió la historia más antigua del libro enfatiza la idea universal y recurrente detrás del título: everybody pays to play.

En términos musicales, la canción tiene influencias claras del rock clásico y pop características del estilo distintivo de Mark Knopfler. Su habilidad con la guitarra se evidencia a lo largo de la pista, proporcionando una base sólida para las letras introspectivas y cautivadoras.

Si bien esta canción no presenta una historia específica o inspirada por eventos particulares, su mensaje general sobre asumir responsabilidad por nuestras acciones es atemporal y relevante para cualquier contexto social o personal. Además, se podría comparar este tema con otras obras similares dentro del repertorio creativo de Mark Knopfler para destacar su coherencia temática y artística a lo largo de su carrera.

En resumen, "Everybody pays" es más que una simple reflexión sobre el costo inherente al juego; es una meditación profunda sobre los precios que todos pagamos en nuestra búsqueda constante por encontrar nuestro lugar en este mundo lleno de desafíos y oportunidades.