Cricket de The Kinks

La canción "Cricket" de The Kinks es una interesante pieza que utiliza el juego de cricket como metáfora para la vida. A lo largo de la canción, se establece una comparación entre las reglas y valores del cricket y las enseñanzas morales y éticas que guían la vida de una persona.

En la primera estrofa, se menciona que algunas personas ven la vida como un juego, y se plantea la curiosidad sobre las reglas en las cuales se basa este "juego de la vida". Se destaca al cricket como un deporte con honor y carácter, representando a su vez los valores británicos. La letra hace referencia a los Diez Mandamientos como reglas divinas que también se aplican al cricket, resaltando la importancia de mostrar compasión, rectitud y honestidad en todo momento.

El demonio es introducido como un jugador astuto llamado "Demon Bowler", enviado por el pecaminoso Satanás para tentar a los jugadores y sacarlos del juego. Aquí se juega con el doble sentido del término "that's not cricket", utilizado generalmente para denotar algo injusto o inapropiado en inglés coloquial, pero aquí interpretado literalmente en el contexto del juego. A pesar de las artimañas del demonio, se insta a mantener una actitud recta siguiendo los preceptos bíblicos para resistir sus tentaciones.

La canción continúa advirtiendo sobre la constante amenaza del demonio intentando dejar fuera de combate a los jugadores, utilizando términos propios del cricket ("bowling out", "bowl a maiden over") para ilustrar estos peligros. Se hace hincapié en la necesidad de ser valientes frente a las pruebas que presenta el diablo, recordando siempre que Dios está del lado de aquellos que siguen su sendero.

En última instancia, se reitera el mensaje central de permanecer enfocado en lo recto y evitar caer en los engaños del mal. La canción concluye transmitiendo la idea de que aquellos que siguen las directrices morales y mantienen su fe intacta lograrán superar cualquier adversidad.

En resumen, "Cricket" es un tema musical que emplea ingeniosamente el juego deportivo como metáfora para reflexionar sobre los desafíos morales y éticos presentes en la vida cotidiana. La letra destaca la importancia de mantenerse íntegro ante las pruebas presentadas por fuerzas malignas, abogando por seguir un camino justo guiado por principios éticos sólidos.